El Salvador aún tiene grandes desafíos que resolver, si quiere ser un destino atractivo para los inversionistas extranjeros. Entre ellos, la delincuencia y la polarización política frenan un clima amigable para las empresas internacionales, según Felipe Pérez, economista del Incae Business School.

El especialista detalló que entre las desventajas que más afectan al país para atraer la Inversión Extrajera Directa (IED) están el alto nivel de delincuencia, y la polarización de las principales fuerzas políticas. Además, “El Salvador es el que más vive en elecciones” y, dijo, en los últimos 21 años el país ha celebrado 12 comicios, invirtiendo entre $1.5 y $2.5 millones en cada uno.

También afecta, destacó Pérez, la base de recursos naturales, porque es altamente depreciada y con estrés permanente. Otro elemento es la fuga de capital humano hacia países más desarrollados, y para el especialista el efecto a corto plazo es el aumento de remesas que bien podría ser aprovechado para dinamizar la economía.

“Pero no nos equivoquemos, el efecto a largo plazo es que nos estamos descapitalizando de la mejor gente”al tiempo que no se crean condiciones labores para el resto de población, porque “tenemos un problema con la calidad y la capacitación de la mano de obra”, recalcó.

Es decir, “nadie se está muriendo por venir aquí a invertir. Hay otras localizaciones que son más atractivas”, concluyó.

 

12 Comicios

En los últimos 21 años, El Salvador ha celebrado 12 elecciones, entre presidencial, diputados y municipales.